El plagio
Todos
en el colegio tuvimos que presentar trabajos que requerían de una investigación
previa. Redactábamos nuestras ideas en textos pero tomábamos otras de
documentos y sitios web para complementar o sustentar las mismas. Pocas veces
citamos las frases que poníamos en nuestros trabajos tomadas de Internet. Le
dábamos poca importancia a ello, pues ni los profesores se preocupaban por
enseñarnos cómo hacerlo.
Al
entrar a la universidad, nos encontramos con que debemos citar absolutamente
todas las ideas que tomamos al leer textos que sirven de apoyo para nuestros
escritos. Aprendemos ciertas normas exigidas para llevar a cabo un trabajo bien
presentado y sin cometer plagio. Las más utilizadas son las normas APA las
cuales nos permiten, de una manera fácil y rápida, citar correctamente y darle
cierta estructura y presentación a los textos.
Muchas
veces se incurre en el plagio por desconocer las normas de citación lo cual se
comete inconscientemente. Sin embargo, dicha persona debe recibir una sanción.
Considero
importante incorporar ideas de otros autores en nuestros trabajos, pues estas
sirven para argumentar y darle veracidad a los textos frente a un tema
específico. No obstante, debemos tener presente la necesidad de citar, pues los
pensamientos ajenos no deben ser tomados y considerados como propios. Puede sonar
reiterativo para muchos pero se debe dar a conocer la manera correcta de citar.
Por otro lado, “se
denomina fuente de información a diversos tipos de documentos que contienen datos
útiles para satisfacer una demanda de información o conocimiento” (EcuRed, 2016) . Existen
varios tipos de fuentes entre las cuales se encuentran las primarias y
secundarias. “Las fuentes primarias son aquellas que están informadas por su
propia participación en el hecho noticiable, ya sea como partes(participantes)
o como testigos(observadores directos) de lo ocurrido” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008) . “Las fuentes
secundarias son aquellas que se informan mediante los relatos informativos que,
de manera oral o escrita, buscan o reciben de las fuentes primarias” (Fuentes periodísticas:
concepto, 2008) .
También,
se encuentran las fuentes resistentes, abiertas, ávidas y compulsivas. “Las
fuentes resistentes son las que sin bloquear el acceso a la información oponen
obstáculos y resistencias” (Fuentes periodísticas:
concepto, 2008) . “ Las fuentes abiertas son las
que si bien no oponen resistencia tampoco asumen la iniciativa” (Fuentes periodísticas:
concepto, 2008) . “Las fuentes ávidas son las que
adoptan esta postura pero con mayor intensidad y urgencia” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008) . “Las fuentes
compulsivas son las que asumen esta actitud pero con recursos estratégicos que
obligan al periódico a comunicar su información” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008) .
Todas
las fuentes son importantes en una investigación, pues brindan información
valiosa a quien la requiere y de la misma manera estas deben ser reconocidas.
Merecen que su trabajo sea valorado por medio de créditos y esto se logra
mediante la cita.
En
mi clase de Documentación nos asignaron
una lectura titulada Manual de citas y referencias bibliográficas en la cual
encontré una frase muy interesante que decía “el que plagia de alguna manera
hurta y se constituye, por lo mismo, en algún tipo de ladrón”(2013). Además,
decía que “una cita nunca es completa por el mero hecho de repetir, sino que se
requiere también que, de una u otra manera, se le haga evidente, que se logre
diferenciar lo propio de lo ajeno”(2013).
Por
último, retomando todo lo mencionado anteriormente, debemos conocer los tipos
de citas que existen para no incidir en el plagio y así evitar consecuencias
que puedan afectarnos a lo largo de nuestras carreras o laboralmente.
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