lunes, 18 de abril de 2016

El plagio

El plagio

Todos en el colegio tuvimos que presentar trabajos que requerían de una investigación previa. Redactábamos nuestras ideas en textos pero tomábamos otras de documentos y sitios web para complementar o sustentar las mismas. Pocas veces citamos las frases que poníamos en nuestros trabajos tomadas de Internet. Le dábamos poca importancia a ello, pues ni los profesores se preocupaban por enseñarnos cómo hacerlo.

Al entrar a la universidad, nos encontramos con que debemos citar absolutamente todas las ideas que tomamos al leer textos que sirven de apoyo para nuestros escritos. Aprendemos ciertas normas exigidas para llevar a cabo un trabajo bien presentado y sin cometer plagio. Las más utilizadas son las normas APA las cuales nos permiten, de una manera fácil y rápida, citar correctamente y darle cierta estructura y presentación a los textos.

Muchas veces se incurre en el plagio por desconocer las normas de citación lo cual se comete inconscientemente. Sin embargo, dicha persona debe recibir una sanción.

Considero importante incorporar ideas de otros autores en nuestros trabajos, pues estas sirven para argumentar y darle veracidad a los textos frente a un tema específico. No obstante, debemos tener presente la necesidad de citar, pues los pensamientos ajenos no deben ser tomados y considerados como propios. Puede sonar reiterativo para muchos pero se debe dar a conocer la manera correcta de citar.

Por otro lado, “se denomina fuente de información a diversos tipos de documentos que contienen datos útiles para satisfacer una demanda de información o conocimiento” (EcuRed, 2016). Existen varios tipos de fuentes entre las cuales se encuentran las primarias y secundarias. “Las fuentes primarias son aquellas que están informadas por su propia participación en el hecho noticiable, ya sea como partes(participantes) o como testigos(observadores directos) de lo ocurrido” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008). “Las fuentes secundarias son aquellas que se informan mediante los relatos informativos que, de manera oral o escrita, buscan o reciben de las fuentes primarias” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008).

También, se encuentran las fuentes resistentes, abiertas, ávidas y compulsivas. “Las fuentes resistentes son las que sin bloquear el acceso a la información oponen obstáculos y resistencias” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008). “ Las fuentes abiertas son las que si bien no oponen resistencia tampoco asumen la iniciativa” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008). “Las fuentes ávidas son las que adoptan esta postura pero con mayor intensidad y urgencia” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008). “Las fuentes compulsivas son las que asumen esta actitud pero con recursos estratégicos que obligan al periódico a comunicar su información” (Fuentes periodísticas: concepto, 2008).

Todas las fuentes son importantes en una investigación, pues brindan información valiosa a quien la requiere y de la misma manera estas deben ser reconocidas. Merecen que su trabajo sea valorado por medio de créditos y esto se logra mediante la cita.

En mi clase de Documentación  nos asignaron una lectura titulada Manual de citas y referencias bibliográficas en la cual encontré una frase muy interesante que decía “el que plagia de alguna manera hurta y se constituye, por lo mismo, en algún tipo de ladrón”(2013). Además, decía que “una cita nunca es completa por el mero hecho de repetir, sino que se requiere también que, de una u otra manera, se le haga evidente, que se logre diferenciar lo propio de lo ajeno”(2013).


Por último, retomando todo lo mencionado anteriormente, debemos conocer los tipos de citas que existen para no incidir en el plagio y así evitar consecuencias que puedan afectarnos a lo largo de nuestras carreras o laboralmente.

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